Capo Falcone es un paraíso virgen lleno de vida silvestre. Su monte escarpado, en cuyas grietas anida el halcón peregrino qe le da nombre ("falcone" es "halcón" en italiano), domina sobre un mar de colores vibrantes. Se puede llegar con autocaravana, incluso hasta la terraza de la torre del Falcone que data de 1537. A 200 metros de altura, esta terraza ofrece unas vistas impresionantes: la isla Piana, la isla de Asinara y la costa que va de Castelsardo a Capo Caccia. Este monte tiene un contraste sorprendente en sus dos frentes: la costa oeste se caracteriza por sus impresionantes acantilados con vistas al denominado "mar afuera", con un azul oscuro y azotado por el viento, mientras que la costa este se abre a un mar tranquilo y claro de bonitas playas, el llamado "mar adentro".