“El rey Carlo Emanuele (…) convirtió con éxito, (...) la isla hostil en una región de pesca y comercio para que procurarse al reino y al extranjero riqueza y bienestar”. La inscripción se destaca en la puerta sur del castillo sabaudo: fue la primera construcción en albañilería (1738) en aquel entonces naciente Carloforte, burgo construido en una acropoli natural.

El fortín se alzó como cuerpo de guardia y sede de reuniones, luego llegó a ser y lugar de reclusión. Renovado, hoy en día acoge al museo municipal, llamando museo del Mare. Dentro encontrarás el cuento de una comunidad de la Liguria trasladada desde Tabarka (en Túnez) en la isla sulcitana de san Pietro, hoy accesible en 40 minutos en ferry desde Calasetta y Portoscuso.