El Museo del Borore se creó para mostrar todas las tradiciones asociadas a este alimento, tan central en la cultura gastronómica mediterránea. Pero la importancia nutricional del pan también queda ilustrada por el lugar de honor que se le concede en las ocasiones festivas, con diferentes panes elaborados en los distintos pueblos, especialmente para las bodas, pero también para otras celebraciones. El Museo se abrió al público en junio de 2006 y ya cuenta con un gran número de ejemplares expuestos: más de 300.
El Museo está rodeado de un agradable jardín con frondosa vegetación, estructuras que permiten a los visitantes detenerse e incluso un pequeño parque infantil. El recorrido se divide en cuatro secciones. En la Sala de Herramientas de Trabajo se pueden ver las herramientas utilizadas para trabajar el campo y el trigo y la harina, que se utilizaban antiguamente, y aún se utilizan en muchos pueblos, para hacer pan en casa. En la Sala del Pan Cotidiano se exponen todos los panes producidos para el consumo diario en Cerdeña, que, aunque carecen de la importancia ritual y simbólica del pan festivo, tienen una importancia fundamental por su papel central en la dieta local.
En la Sala de los Panes del Ciclo de la Vida, los protagonistas son los panes que tradicionalmente acompañaban los momentos más importantes de la vida humana, como el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Por último, la Sala de los Panes del Ciclo del Año muestra los productos que tradicionalmente se llevaban a la mesa en momentos especiales del año agrícola, como el comienzo del año (época de siembra) o la cosecha, o durante las fiestas de los pueblos, a menudo vinculadas al calendario agrícola.
El Museo del Pan Ritual de Borore pretende ser un lugar de cultura, donde los visitantes no sólo tengan acceso a bienes culturales, sino que también se impliquen y participen en el proceso de producción tradicional. Este enfoque pedagógico permite prestar una atención mayor y más específica a los bienes antropológicos inmateriales, como el pan y los alimentos en general, que sólo recientemente han adquirido la categoría de bienes culturales dignos de protección.