Aparece con oscura majestuosidad a la entrada de Ardara, un pueblo de Logudoro trepado en las laderas de Montesanto. La basílica de Nuestra Señora del Reino se alza junto a las ruinas de un palacio real, contemporáneo y en un tiempo sede de los jueces de Torres, que juraban en el altar de la iglesia y eran enterrados en ella. Desde lo alto de una loma, domina la llanura: una posición aislada y dominante que aumenta el encanto de un edificio construido con bloques muy negros de traquita "ferrigna". Originalmente era sólo una capilla, pero en la segunda mitad del siglo XI el juez Comita (o tal vez su hermana) se encargó de ampliarla. Los trabajos fueron terminados por obreros pisanos en 1107, como muestra el epígrafe de consagración del altar. Se trata de un monumento extraordinario, entre los más importantes de la arquitectura románica de Cerdeña, caracterizado por su esencialidad e imponencia. Te sorprenderá el contraste entre el negro de la piedra basáltica y el dorado del retablo del altar, del siglo XVI.
En la fachada, dividida en cinco espejos por pilastras, se abre un portal arqueado. Adosado al lado norte está el campanario. De las tres naves, marcadas por pilares, las dos laterales están giradas en cruz, la central tiene techo de madera. En el ábside se encuentra el Retablo mayor: es la historia de la Salvación, contada a través de imágenes de profetas, patriarcas, santos y la Santísima Virgen. La predela de la obra lleva el autor y la fecha (1515). En su interior, también podrás admirar un ciclo de frescos del siglo XVII que representan a los doce apóstoles y a los cuatro padres de la Iglesia, y el retablo Menor, un púlpito de madera que narra la Pasión de Cristo. Otra obra valiosa, de principios del siglo XII, es el estandarte procesional: en una cara está pintada la Virgen con el Niño, en la otra el velo de la Verónica con el rostro de Cristo. Es el centro de atención durante la fiesta patronal de Ardara, que atrae a multitud de devotos. Las celebraciones culminan con la procesión del 9 de mayo, acompañada por el coro de sos gosos, alabanzas en honor de la Virgen María. Luego, siguen cantos, bailes y actuaciones folclóricas.
Hablando de lugares de culto de extraordinario impacto, en las cercanías también se puede visitar Nostra Signora di Castro (siglo XII) y la basílica de Sant'Antioco di Bisarcio, una de las principales iglesias románicas de Cerdeña. En los alrededores, no te pierdas el castillo de monte Acuto, gruta de san Michele, de la que surgió la ‘cultura de Ozieri’ (3200-2800 a.C.), nuraghe Burghidu y el puente romano sobre el río Mannu.