Contemplando al atardecer la imponente roca, que se eleva desde el mar a pocos metros de la costa, crece la maravilla: la luz del sol irradia desde la silueta de piedra caliza con todos los matices de amarillo y naranja. Pan di Zucchero es uno de los monumentos naturales más impresionantes y espectaculares de la isla, símbolo de la costa de Iglesias. El nombre proviene de la similitud con el famoso Pão de Açúcar de la bahía de Río de Janeiro y sustituyó ya en el siglo XVIII el nombre original sardo Concali su Terràinu. Se llega en bote o bote desde la magnífica bahía de Masua, un pueblo costero iglesiente a dos kilómetros y medio de distancia.