El Monte Arci es un macizo aislado de naturaleza volcánica que se sitúa en el territorio de numerosos municipios de la zona de Oristano, en la llanura de Uras: Marrubiu, Santa Giusta, Villaurbana, Palmas Arborea, Usellus, Villaverde, Pau, Ales, Morgongiori, Masullas y Siris. Alcanza una altura máxima de 812 metros con la punta Trebina Longa, a la que se unen Trebina Lada ( 703 ) y Corongiu de Sizoa ( 463 ).
Las tres cumbres hacen pensar en la idea de un trípode y de aquí se deriva el nombre sardo de las dos puntas principales (trebina). En un esqueleto de traquita se extiende el mantel del Monte Arci, formado por coladas de lava basáltica que se erigen en los dos "" (las trebine), los antiguos centros de emisión de la lava de la era pliocuaternaria. Desde el punto de vista histórico, el Monte Arci siempre ha tenido una enorme importancia, debido a sus ricos yacimientos de obsidiana. De hecho, este material vidrioso, extremadamente útil para la fabricación de utensilios y armas prehistóricas, es raro en el Mediterráneo (aparte de en Cerdeña, se encuentra en el archipiélago Ponziano, en Lipari, en Pantelleria y en las islas del Egeo) y; por tanto, fue un polo de extracción muy fuerte desde el Neolítico antiguo para la población mediterránea que vivía en Cerdeña para aprovisionarse del precioso material. Esta situación privilegiada determinó los contactos más antiguos de Cerdeña con los pueblos de las tierras que se situaban en el Mediterráneo y que contribuyeron a la formación de la civilización en Cerdeña. Todavía son visibles, en las laderas del monte, los yacimientos de obsidiana aprovechados a lo largo de los milenios (Perdas Urias, S'Ennixeddu, Roja Cannas, Tzipaneas), pero también los centros de recogida y los talleres de elaboración. Naturalmente esta actividad determinó una gran concentración humana en esta área, de la que, hoy, quedan numerosas huellas en el territorio.