Protegido por un barranco al sur y una muralla rocosa al norte, el santuario de Santa Victoria se extiende sobre tres hectáreas, entre diferentes vestigios del pasado, en Giara di Serri. Es un lugar sugestivo donde observarás la evolución de la civilización nurágica en la edad del Bronce y hasta comienzos de la edad de Hierro, del nuraga en corredor (1500 a.C.), pasando por el ‘clásico’ (siglo XIV-XII a.C.), hasta que el área se convirtió (siglo XI-IX a.C.) en el símbolo de la religiosidad y cruce cultural y comercial de todas las poblaciones sardas y extranjeras: objetos etruscos, fenicios y cipriotas, encontrados en las excavaciones, demostrando el intercambio con pueblos lejanos.