​Ulà Tirso es un pequeño pueblo agrícola que data aproximadamente del siglo XIII. La zona ha estado habitada desde la época prenurágica, pero también hay abundantes testimonios arqueológicos que se remontan al periodo de dominación romana.
La iglesia parroquial de Sant'Andrea es un buen ejemplo: construida por artistas locales en estilo gótico aragonés, tiene un campanario construido en 1769 desde el que se divisa el espectacular valle del Tirso.
El pueblo es más conocido por la presa situada en su territorio, que lo convirtió en el primer pueblo de Cerdeña en disponer de electricidad.