El amor por su tierra, nunca olvidada, filtrado por las sugestiones del mundo: éste es un rasgo distintivo del arte de Costantino Nivola, nacido en Orani en 1911. Sus obras afloran con la sencillez del museo que se le dedicó en 1995, siete años después de su muerte, en el antiguo (y restaurado) lavadero del pueblo, en una panorámica colina. Aquí se conserva la colección más importante del artista protagonista del modernismo del siglo XX: más de 200 obras expuestas documentan la originalidad y las habilidades artísticas del hombre que combinó los valores, la historia y las tradiciones de su tierra natal con inspiraciones creativas, adquiridas en encuentros con sus contemporáneos de Europa y América. De joven abandonó Cerdeña, se formó y ocupó cargos en prestigiosas empresas, que le encargaron diversas obras.
La elección expositiva inicial de la viuda del artista, Ruth Guggenheim, favoreció la fase final de su carrera, la vuelta a la estatuaria, con las series de "madres" y "viudas", y la escultura tradicional. Luego vinieron pequeñas obras de terracota de los años sesenta y setenta (camas, playas, piscinas), trabajos precedentes en chapa cortada y modelada, una selección de pinturas y maquetas para proyectos públicos (relieves realizados con sandcasting, fundición en arena, y modelos tridimensionales para monumentos), además de una colección de obras gráficas. Las muestras temporales, en cambio, se centran en la relación entre arte, arquitectura y paisaje, con focus en artistas cercanos a Nivola, como Le Corbusier, Pollock y Steinberg. Originalmente, el museo sólo comprendía el espacio del antiguo lavadero, con cobertura de vigas y aberturas que iluminaban el interior. En 2004 se construyó un pabellón que combina el exterior con arcadas que tripartimentan el interior. En 2012, se añadió una tercera estructura, situada en la ladera de la colina. Una plaza, atravesada por un canal de agua procedente del manantial su Càntaru, y un parque, inaugurado en 2009, rodean el museo y, con terrazas, conectan sus pabellones en varios niveles y albergan algunas esculturas.
Orani fue también cuna de otros grandes artistas, el pintor Mario Delitala, el escritor Salvatore Niffoi y el diseñador de moda Paolo Modolo. El pueblo está enmarcado por colinas verdes y construido en torno a la iglesia parroquial de sant’Andrea Apóstol. En su territorio se encuentra el sugestivo Monte Gonare, en cuya cima se alza el santuario de la Virgen de Gonare, la iglesia "más alta" de Cerdeña, descrita por la premio Nobel Grazia Deledda en su novela "El camino del mal". También hay restos arqueológicos en sus bosques, en particular el nuraghe Nurdole.