El contexto medioambiental El municipio de Sant’Antioco, situado en la ribera E de la isla del mismo nombre, de la que es el centro más importante, se desarrolla sobre las pendientes del cerro orientado al mar. En el lugar, los fenicios fundaron, alrededor del 750 a.C., Sulci. El territorio es rico en testimonios arqueológicos. Un particular interés reside en la necrópolis púnica, que ocupa todo el cerro y sobre la que se implantó la necrópolis romana. En la época cristiana, se construyó el cementerio hipogeo, el único en Cerdeña en el que se puede hablar de catatumbas. En la población, en el lateral izquierdo de una plaza en el punto más alto del pueblo, surge la iglesia dedicada a Sant’Antioco, de la que sólo es visible el frente principal, fabricado entre el siglo XVII y el XVIII, ya que a las partes restantes se adosan edificios de diferentes tipos.
Descripción Sulci fue sede episcopal, que data de a partir del 484, cuando el obispo Vitalis participó en el sínodo de Cartagena. La primera mención del "monasterium sancti Antiochi" data de 1089, cuando Constantino-Salusio II de Lacon-Gunale, juez de Cagliari, donó la iglesia de Sant’Antioco a los Victorianos de Marsella. En 1102, la iglesia, reestructurada, fue reconsagrada por el obispo de Sulci, Gregrio. Hasta 1218, la catedral episcopal de Sulci fue trasladada a Tratalias. La planta original de la iglesia era la de una iglesia cruciforme de la Alta Edad Media, como también se deduce de los materiales de las esculturas, además de las diferentes colecciones privadas, en la entrada lateral y en la cripta del santuario. El santuario presentaba una planta central, con cuatro brazos abovedados en cajón y un cuerpo central en cúpula. El intradós de la cúpula hemisférica intersecta con el hilo interno del cuadrado de inserción, al cual se une a través de cuatro cofias de cuarto de esfera. Las sujeciones del arco de las cofias están esculpidas con motivos de zarpas de león y caparazones de tortuga. En la cúpula, se abren cuatro ventanas. Actualmente la planta es longitudinal, con aula aproximada de tres naves y otras tantas de tramo, transepto de la misma anchura que el aura y ábside orientado al N por un ábside menor, relativo a un hueco cuadrangular que se presenta, con dos arcos, en el presbiterio y en el brazo izquierdo del transepto. Esta planimetría resulta de añadir naves laterales y dos huecos absidales. Los ábsides presentan el extradós del barreño que entra en el hilo de introducción. La iglesia ha sido objeto de numerosas intervenciones de construcción. En los siglos XVII-XVIII, se añadieron la primera campana y la fachada. Las partes reestructuradas se construyeron del mismo modo que las relativas a la planta, con cantos de arenisca y grandes dovelas de basalto, que sustituían material de sesgo de la muralla de la antigua Sulci. Área arqueológica de Sulci. Véase la planta y las secciones el monumento.
Historia de los estudios En 1953, Raffaello Delogu concedió una reconstrucción de la iglesia, restituuyendo su ábside lateral y considerándola reestructurada “exnovo”, entre 1089 y 1102, siguiendo los métodos románicos franco-catalanes, de maestranzas unidas con los Victorianos de Marsella. En 1970, Renata Serra reconoció, en la planta longitudinal, la transformación de un edificio cruciforme con cúpula precedente, del siglo V, mediante la añadidura de las naves laterales y de los huecos absidales. El problemático edificio y; sobre todo, sus esculturas, han preocupado, a partir de 1989, a Roberto Coroneo, quien atribuye el cuerpo en cúpula al siglo VI y la ampliación longitudinal a los años 1089-1102, en relación a San Saturnino de Cagliari (1089-1119).