Arborea nace en el centro del estanque de Sassu recién saneado, en 1928 como Villaggio Mussolini, rebautizado Mussolinia di Sardegna en 1930, y finalmente con el nombre actual en 1944, tras el fin del fascismo. Inmerso en el verde de los campos, el pueblo está habitado por colonias sobre todo procedentes del Véneto, con una estructura típica de las ciudades de fundación fascista, con edificios marcados por un gran eclectismo. Las avenidas con árboles, las casas de dos pisos de estilo liberty y neogótico, todo ello rodeado de un paisaje verde. Los edificios públicos (la escula, el hotel y el palacio del Municipio) están frente a la plaza Maria Auxiliadora, donde está la iglesia parroquial de estilo tirolés.