Luchan contra los prejuicios y rompen los cánones de la literatura moderna y el arte contemporáneo, son hermanas del alma, de pocas palabras, gran pensamiento y muchos sueños. Pequeñas y gráciles, recuerdan a las míticas janas y, como ellas, liberan poderosas energías de hadas, dando voz a las mujeres de la Cerdeña más profunda y a la poética de sus lugares de origen, Barbagia y Ogliastra. Aquí se encuentran las más grandes obras de Maria Lai, en los campos de Ulassai, a lo largo de los caminos de montaña hacia el milagro de la naturaleza que es la cueva de su Marmuri y en el interior del pueblo, junto a las de artistas internacionales que han querido celebrar su genio creativo marcando sus lugares con su arte. Maria Lai rendirá el mismo homenaje a Grazia Deledda instalando su última obra en Nuoro, a pocos pasos de la chiesa della Solitudine donde descansa la única mujer italiana ganadora del Premio Nobel de Literatura. Andando via es un recorrido en los silencios llenos de vida de las mujeres de Deledda, entre lugares habitados por mitos y leyendas milenarias, un mundo poético que alimentó la sensibilidad artística de ambas.
La escritora de Nuoro, al recibir el Premio Nobel, dijo de su ciudad: 'Vi el amanecer y el atardecer, la salida de la luna en la inmensa soledad de las montañas, escuché las canciones, la música tradicional y los cuentos de hadas, y los discursos de la gente, y así es como se formó mi arte'. Pero los intelectuales nacionales le dieron la espalda, es una mujer inculta y no purista, escribe en italiano pero como extranjera, un lenguaje "contaminado" se diría hoy en día en elogio a este tipo de escritura. No habían captado su lenguaje universal por encima de los tópicos, la fuerza de sus palabras directas y crudas desde el vientre del mundo ancestral y machista de Barbagia. Las páginas de Canne al Vento, Cosima, Cenere, La madre, encendieron un gran fermento de pensamiento que impregnó Nuoro y que hoy se encuentra en el parque literario dedicado a ella, en los lugares de vanguardia cultural, como el Man, el museo de arte contemporáneo, constantemente en el centro de las nuevas expresiones artísticas, y en el museo etnográfico, guardián de las tradiciones milenarias de Cerdeña, tan queridas por nuestras artistas.
Grazia Deledda abrió el puente entre la cultura sarda y el mundo. Maria Lai lo recorrió, pero también fue ignorada por la crítica, la misma que, décadas después, la consagró y reconoció en la instalación viva realizada en Ulassai el hito del arte contemporáneo. Arte relacional, land art, street art, performance colectivo, se ha intentado dar un nombre a la poética de Legarsi alla montagna, pero su obra es grandiosa, superando la definición misma de vanguardia. Una cinta azul, símbolo del arte une las casas entre ellas, un nudo donde hay amistad, un pan donde hay amor, el hilo corre luego hacia la montaña y el pueblo permanece así unido durante días, entre cantos y bailes colectivos. En Ulassai, que mira el mar desde sus majestuosos Tacchi, Maria Lai dejó su inconfundible huella de arte artesanal a la cooperativa de mujeres tejedoras con telares antiguos y muchas obras e instalaciones que se encuentran en la Stazione dell'Arte, que es mucho más que un museo personal de la artista, es un viaje dentro de un alma especial.