La esencia de Cerdeña se encuentra en la trama de un tejido, en los bordados de una alfombra y en la forma de un elegante vestido tradicional. Su espíritu es ‘trenzado' por hábiles manos en una corbula de junco o asfódelos, está encajonado en un entramado de filigrana, técnica por excelencia de la orfebrería sarda. La luz de la Isla se proyecta en una cuchilla de arresoja, en el reflejo de un artículo de vidrio o en el rojo intenso de un collar de coral. Su fuego arde en la forja de un mueble de hierro batido. Su alma está dentro de una escultura de piedra, símbolo arcaico de una tierra milenaria. Conocer Cerdeña es adentrarse en su identidad más profunda y auténtica a través de las técnicas de decoración de una scivedda (recipiente de cerámica) y de tallado de la madera de una cascia (arcón nupcial) y de máscaras de Carnaval, está en el curtido de las pieles para elaborar calzado o sillas. La artesanía artística, tradicional y de diseño es el alma vital de Cerdeña, un componente cultural esencial de un pueblo que transmite con orgullo con conocimientos y competencias seculares.
En los talleres artesanales de aldeas y ciudades, en todos los territorios y en sus comunidades, descubrirás una Cerdeña dinámica y productiva, vivirás de cerca tradición, vitalidad artística e innovación. De norte a sur, en infinidad de centros encontrarás un taller o una casa-museo, donde admirar y comprar obras de arte. Durante el verano, en concreto, en dos lugares exclusivos conocerás las excelencias artesanales: en Samugheo, en Mandrolisai, a puertas de la Barbagie, en el transcurso de Tessingiu (desde el 3 de agosto hasta el 8 de septiembre); y en Mogoro, en la alta Marmilla, en la Feria de la Artesanía artística de Cerdeña - desde el 26 de julio hasta el 22 de septiembre -, la muestra-mercado sectorial más longeva de la Isla. El evento de Mogoro, instaurado en 1961, realza y habla de la artesanía artística, renovándose año tras año, mediante historias y creaciones de los mejores maestros sardos. Una manifestación que lleva ingenio y maestría fuera de las fronteras de la Isla, un lugar donde innovación y tradición se contaminan y las técnicas heredadas del pasado se funden con las nuevas tendencias, siempre de la mano de la sostenibilidad medioambiental y social.
Las cerámicas, producidas con terracota desnuda acompañada de esmaltes y revestimiento vítreo, hablan de arcaísmo y mitos con formas funcionales (jarras, recipientes, cacerolas, botellas, tazones) que acompañan el día a día. Aunque tampoco se escapan los embellecimientos y caracterizaciones: los maestros ceramistas entrelazan ritos y sugerencias y los adecuan a nuevos usos. La refinada y exclusiva producción de cuchillos ahonda sus raíces en saberes tradicionales de la agricultura y el pastoreo. La arresoja (en campidanés) o resolza (en nuorés) es un objeto personal, rebosante de simbolismo, que fascina. El trabajo del metal, como hierro y cobre, hereda competencias y asocia expresiones contemporáneas: elementos de mobiliarios únicos y utensilios son evocadores, de impacto escénico e innovadores. Guardan secretos más antiguos si cabe las producciones en entramado: recipientes valiosos, para usar y admirar, como cestos profundos, canastas con bordes bajos, preciosas cajitas para los dulces, cestas resistentes con asas. También los maestros de la madera, respaldados por un pasado 'codificado', expresan la identidad respondiendo a exigencias cotidianas. La piedra, protagonista indiscutible de los paisajes sardos, es un recurso funcional, integrada en contextos arquitectónicos. La fuerza de este material, achaflanada, alisada, tallada y cortada da vida a funciones y belleza estética.
Preciosos bordados y técnicas decorativas, realizados en telares antiguos, interpretan la tradición textil sarda con soluciones estilísticas, al mismo tiempo evocativas y contemporáneas, una mediación entre saberes históricos populares y exigencias de la vida actual. Ricos y bellos tejidos reinterpretan formas tradicionales con nuevas funciones: el resultado son objetos únicos y útiles, carismáticos, cargados de recuerdos y de alta calidad. Las creaciones textiles conservan el carácter identitario pero se presentan con una fuerte y clara personalidad moderna. Admirarás estas excelencias en la 56. ª edición de Tessingiu de Samugheo, un pueblo en el centro de Cerdeña, que en mas de 50 años de (su) historia ha promocionado el arte manufacturero -en particular textil- de los pueblos del corazón de la Isla. La exposición se realiza en el museo de artesanía sarda, el Murats. Sus salas son la escenografía armónica de tradición, alta artesanía y tecnología multimedia. No te pierdas la Colección del Príncipe (Karim Aga Khan), preciosas obras textiles de los artesanos locales, y la Alfombra Coral, que transmite saberes y habilidades de los maestros de Samugheo.