Ha sido un gran bullicio en las costas de Cerdeña, una explosión de vida y animación. Ahora debuta el mar más seductor, y será un final de temporada sensacional. Una vez pasados los días de calor y congestión del verano, las playas, calas e islotes se pueden disfrutar de nuevo en silencio, desde el amanecer hasta el atardecer, al sol y en el agua, tan caliente como en pleno verano. Y ahora sólo sentirás las olas rompiendo en la orilla y el vibrado sonido de las cigarras posadas entre los matorrales de enebro y mirto. No deja escapatoria la feliz combinación de toques tropicales y áspera autenticidad mediterránea, llega al alma el extraordinario mar de Cerdeña en otoño.
¿Qué cambia detrás de escena en verano? Tener a disposición lugares que antes eran exclusivos y había que reservarlos con mucha anticipación, habitaciones y bungalows junto al mar, los b&b más sugestivos y los hoteles de encanto, no tendrás que esperar para una mesa en los bares de la playa con los pies en el agua y en los restaurantes gourmet en clave de fusión local, imperdibles y ahora más accesibles. Cambia la libertad para hacer lo que los lugares inspiran en el momento, tal vez un curso de buceo en las profundidades de Tavolara y Alghero, entre corales rojos y gorgonias y dentro de la fascinación de grutas y pecios. O bien, poder planificar a voluntad las excursiones marítimas más exclusivas, conociendo los encantos solitarios de los parques marinos de Cerdeña y las calas del golfo de Orosei.
Y no hay mejor estación que el final del verano para ir caminando por las emblemáticas playas de Gallura. Pasado agosto, desaparecen los curiosos del lifestyle de la última colonia de hippy asentada en las grutas del Valle de la Luna al que se llega caminando desde Capo Testa de Santa Teresa Gallura. También Costa Esmeralda gana con esto, después de ver a los famosos de la temporada, el mar esmeralda resplandece en sus colores, los mismos que hechizaban al mundo hace sesenta años, como lo siguen haciéndolo hoy en día. No te vayas sin haber recorrido el sendero que lleva desde la playa de Cala de Volpe hacia la pequeña Liscia Ruja, sería una verdadera lástima perdérselo en esta nueva e intrigante forma.