Una franja de tierra granítica, cubierta de vegetación mediterránea, se adentra en el mar frente a la parte sur de Costa Esmeralda. Su nombre, Capriccioli, significa "cabritas" en galurés, es decir, un par de poderosos peñascos redondeados y alisados por el mar que forman varias calas, situadas al sur de Porto Cervo, en el territorio de Arzachena, a unos 15 kilómetros de la ciudad.
Las pequeñas playas de Capriccioli son todas de arena fina y clara con tonalidades grisáceas que se sumergen en el mar azul profundo, protegidas por rocas de granito amarillo, rosa y rojizo y rodeadas de espeso arbusto mediterráneo: enebros, lentiscos, acebuches y pinos marítimos, que contribuyen al encanto salvaje del lugar. El lido del este se caracteriza por fondos arenosos poco profundos y resguardados del mistral: es un lugar ideal para familias con niños. Separado por bloques de granito rosa, al oeste, se encuentra el otro lado de la costa de Capriccioli, formado por otras dos playas. La primera también es llamada "del Pirata". Aquí, un pequeño embarcadero de madera hace posible el amarre y se pueden alquilar lanchas neumáticas, canoas y botes a pedales. Un poco más allá, en el extremo de la península, se encuentra la segunda playa, también conocida como "de las Tortugas": un oasis natural frecuentado por tortugas marinas durante el periodo en el cual ponen los huevos, protegido por un sistema de dunas intacto y un bosquecillo de enebros.
Capriccioli, con todas las comodidades y servicios, es sin duda una de las calas más famosas de Costa Esmeralda. Con la cámara o smartphone, podrás tomar fascinantes instantáneas de la costa y del panorama, realzado por las cercanas islas de Soffi y Camere, ambas de naturaleza granítica y con maravillosos paisajes vírgenes. Frente a la playa se encuentra también el islote de Mortorio, un pequeño oasis natural al que se puede llegar con una pequeña embarcación desde el pequeño embarcadero situado a la derecha de la cala.