A bordo del tren, por una pequeña vía férrea que va desde Golfo Aranci a lo largo de la costa norte del promontorio de Capo Figari, se llega directamente a una de las playas más bellas y características de la costa de Gallura. Un amplio arenal de unos 300 metros de arena blanca y fina, rodeado de enebros y matorral mediterráneo: es Cala Sabina, a pocos kilómetros de la localidad de Golfo Aranci, de la que forma parte, y a unos veinte kilómetros de Olbia. Una de sus peculiaridades es la historia de su nombre, fruto de una confusión de derivación botánica: el enebro fenicio, que florecía por aquí, se confundió con el enebro sabino. Otro elemento característico es la línea de ferrocarril, construida en los años sesenta específicamente para conectar la ciudad con la estación balnearia, a la que hasta entonces sólo se podía llegar por mar.