Ubicado en extremo sur de la isla, Domus de Maria incluye en su territorio una gran belleza natural que quita el aliento. Desde las espléndidas y transparentes playas del poblado de Chia hasta las montañas ricas en bosques lujuriantes, este territorio se caracteriza por largos arenales con imponentes dunas, con enebros seculares e imponentes picos de granito y bosques vivos, donde no es raro encontrar ciervos o jabalíes. También es de rara belleza la vegetación mediterránea con esencias endémicas de fuertes aromas y colores encantadores. El pueblo surgió alrededor del siglo XVIII como zona agrícola fundada por los Padres Scolopi. El territorio fue habitado desde el periodo nurágico, como testimonian los monumentos nurágicos Baccu Idda y numerosos betules de Punta Su Sensu.
La ciudad de Bithia, localizada en la actual poblado de Chia, es muy importante. De estilo fenicio-púnico, se extiende sobre el promontorio de la torre donde aún se ven restos de la muralla y las viviendas. La necrópolis destaca en la parte más baja del poblado donde hay un templo dedicado al dios Bes, cuya estatua en perfectas condiciones se conserva en el Museo Arqueológico de Cagliari. El tophet, cementerio de incineración reservado a los niños fallecidos en el nacimieno o a difuntos en temprana edad, está en un islote con vistas al litoral.
Una etapa obligada en este territorio son las amplias y cálidas playas de Chia. También hay que admirar los maravillosos bosques de Is Cannoneris, donde no es raro encontrar magníficos óvulos y porcinos reales. Entre los eventos que no hay que perder está la fiesta de los higos, frutos dulces y deliciosos procedentes de la zona de Chia, la fiesta de los peces en julio, y la fiesta de "S'Arroseri" en honor a la Virgen del Rosario, patrona del pueblo, que se celebra el primer domingo de octubre.