Historia y arqueología, tradiciones y arte manufacturera, mar paradisíaco y montañas salvajes del Supramonte, recubiertas de bosques perfumados, te llevarán a un mundo mágico y legendario. En Dorgali, uno de los municipios más bonitos y más grandes de Cerdeña, encontrarás un patrimonio natural que se extiende por más de 225 km². Paseando por las pintorescas calles del casco antiguo con sus casas de piedra volcánica podrás descubrir el alma artesana de este pueblo curioseando en los numerosos talleres que siguen produciendo joyas de filigrana, cerámica y alfombras tal como se hacía en el pasado. Las iglesias de San Lussurio, de la Virgen de Itria y la parroquia de Santa Catalina son testimonios de la profunda devoción de su población. Harás un viaje al pasado visitando el museo arqueológico, que conserva una importante colección de restos de las épocas nurágica (en concreto del poblado-santuario nurágico de Serra Òrrios), púnica y romana. A pocos kilómetros del pueblo saldrás de excursión hacia el valle de Lanaittu, hasta el mítico poblado de Tiscali, bastión defensivo frente al avance romano.
Apenas salgas del pueblo, tras pasar un corto túnel, auténtica puerta entre la montaña y el mar, tu mirada se perderá en el esplendor del golfo de Orosei. Una fascinante y sinuosa bajada te llevará al vecindario de Cala Gonone, famoso por sus ensenadas y caletas, que atraen a los aficionados por la naturaleza, la aventura y las románticas excursiones en barco. Se encuentra en una ladera escarpada que desciende hasta el mar: playas de arena dorada como Cala Cartoe, Ziu Martine y Cala Osalla. Por mar o recorriendo un sugestivo y exigente sendero, llegarás a Cala Luna, en la frontera con Baunei, una de las playas más famosas de la Isla, uno de los lugares más encantadores del Mediterráneo, caracterizado por la arena muy fina y un bosque de adelfas que lo rodea: es el escenario donde se filmó la película ‘Travolti da un insolito destino’. Yendo hacia el interior, llegarás a la Codula de Luna, una garganta encastrada entre paredes calcáreas verticales donde disfrutarás del espectáculo de enebros milenarios que parecen vigilar, desde tiempos inmemoriales, la belleza del lugar. Desde Cala Gonone también puedes emprender una excursión guiada a las famosas cavidades naturales de las Grutas del Bue Marino, espectacular ‘selva’ de estalactitas y estalagmitas, en el pasado hábitat de la foca monje, que alberga un lago salado subterráneo. Dentro de las cuevas, durante el evento Jazz de Cala Gonone, se celebra cada año uno de los conciertos más espectaculares que ofrece Cerdeña. Si te interesa la fauna marina, no te pierdas el acuario del vecindario de Cala Gonone.