En la ladera de una cresta de la colina Buoncammino se encuentra una de las zonas verdes más bellas de Cagliari: una especie de "jardín colgante", con una larga y pintoresca avenida arbolada. Al final de la avenida se encuentra la elegante fachada neoclásica del antiguo polvorín real, que desde 1933 alberga la Pinacoteca Municipal. El edificio militar fue destruido por una explosión y reconstruido en 1828 según un diseño del ingeniero militar Carlo Boyl. Tras un siglo de uso como cuartel y almacén, se convirtió en espacio museístico tras una nueva modernización. Tras cruzar el jardín, antes de entrar podrá admirar la fachada del palacio, con sus frisos de piedra caliza y el tímpano coronado por tres estatuas talladas en mármol de Carrara.
La "galería" alberga principalmente dos áreas de exposición: la primera es la colección Ingrao, donada al Ayuntamiento de Cagliari en 1999, que contiene obras de los más grandes maestros italianos del siglo XX, como Umberto Boccioni -con 31 obras entre pinturas y dibujos-, Giorgio Morandi y Mino Maccari. Unas 650 obras forman una colección de las principales tendencias artísticas del siglo pasado, conservadas en salas conocidas como "salas de coleccionista". En la segunda zona podrá admirar la colección más importante de obras de artistas sardos, sobre todo entre principios del siglo XX y finales de los años setenta. Los autores representados, entre los que se encuentran importantes personalidades de la escena artística sarda, buscaron la armonía entre las ideas del arte contemporáneo y el contexto cultural de la isla. Una sala está dedicada a las esculturas en yeso de Francesco Ciusa, entre ellas la famosa Madre de los Muertos. Entre las 74 obras expuestas hay también creaciones de Pinuccio Sciola, Costantino Nivola y Maria Lai. También se expone una colección de materiales etnográficos de Cerdeña de finales del siglo XVIII en adelante y una amplia colección de grabados.
La "galería" alberga la biblioteca especializada en historia del arte y el 'Jardín para leer', una iniciativa que permite el préstamo de libros y periódicos para leer al aire libre. Periódicamente se promueven visitas didácticas, actividades infantiles, encuentros y reseñas culturales. Las salas son accesibles para invidentes.
El itinerario cultural puede continuar hacia las fortificaciones del barrio de Castello, pasando por la pintoresca puerta de San Pancrazio, para llegar a la Cittadella dei Musei (ciudadela de los museos), antigua sede del arsenal real y hoy el mayor centro museístico de Cerdeña, que incluye el museo arqueológico nacional, el museo de arte siamés, el museo anatómico de cera, el museo etnográfico y la pinacoteca nacional.