Goni está rodeado por el anillo natural de los campos del Gerrei, cubiertos de encinas y robles, donde se estiende el valle en el que fluye el Río Flumendosa, entre dos vertientes montañosas. Un contexto paisajístico fascinante, que se une con importantes yacimientos arqueológicos.
Rodeada por un bosque de alcornocales único está la necrópolis megalítica de Pranu Mutteddu, con tumbas hipogéicas, domus de janas, círculos megalíticos y "menhir", misteriosas piedras de formas antropomorfas colocadas en grupos o alineadas aquí y allá. Uno de estos alineamientos tiene 20 "perdas fittas" orientadas de oriente a occidente, según el movimiento del sol.
El pueblo de Goni es un destino ideal para descubrir las bellezas naturales y arqueológicas del Gerrei. La vegetación mediterránea cubre el territorio hasta la necrópolis megalítica de Pranu Mutteddu. A 500 m de la periferia del pueblo, en la localidad Peinconi, hay un lugar de fósiles que aún conserva graptolites, un raro fósil del Paleozoico, contenido entre los estratos sedimentarios de los esquistos negros que afloran. Goni representa, entre otros, un importante centro de elaboración de artesanía del corcho y cestos. El 25 de julio Goni celebra la fiesta patronal de San Giacomo mayor: una procesión solemne recorre las calles del pueblo con la figura del santo en un carro arrastrado por bueyes. A los ritos religiosos se unen los civiles, con bailes en la plaza, música moderna, competiciones deportivas y espectáculos pirotécnicos.