De su nombre deriva Iglesiente, el territorio protagonista de la epopeya minera sarda, de la que es el principal centro, poblado por 27 mil habitantes, así como sede episcopal, heredera de la antigua diócesis de Sulcis. Iglesias que, como en español significa 'iglesias'. No por casualidad: en un lugar con un pasado glorioso, sobre todo durante la dominación catalano-aragonesa (cuando era una ciudad real), la celebración de los ritos de Semana Santa destaca en formas y colores de la tradición española. Las procesiones de los Misterios de los martes y viernes santos son las expresiones más evocadoras. Entre las iglesias merecen una visita, la catedral de Santa Chiara (siglo XIII), la Madonna delle Grazie, la iglesia del Collegio, el templo jesuita y San Francesco, una de las arquitecturas gótico-catalanas más intactas y significativas de Cerdeña, que alberga un retablo de 1560.