Irgoli, de orígenes antiguos, se encuentra en el valle de Cedrino. En su territorio se pueden admirar varios monumentos nurágicos, como Janna 'e Pruna, Tutturu y la domus de janas Sa conca 'e mortu. Son especialmente interesantes los paisajes y los frondosos bosques de encinas seculares protegidas en las localidades de Su Padente y Talachè.
Irgoli sigue siendo un pueblo de economía predominantemene agropecuaria. Sin embargo, en los últimos años muestra una floreciente actividad turística, gracias especialmente a la valorización de los productos típicos locales como los embutidos, el Pan Carasau y los vinos rojos.
Se recomienda visitar la iglesia de San Nicola, en la que se custodia una espina de la corona de Jesucristo, así como las iglesias campestres de la Virgen de Costantinopoli y Sant'Antioco. Las calles del pueblo están decoradas con varios murales artísticos que narran momentos de la vida cotidianta y pastoral.