Situada en la región de la Alta Gallura, Luras (unos 2.800 habitantes) está situada en una colina de granito en el extremo noreste de la meseta de Limbara, a 508 m de altitud. Antiguamente conocido como Villa Lauras o Oppidum Luris, de "lura" (más allá) o "laurus" (laurel), el pueblo puede haber sido una de las "cinco colonias" que los etruscos fundaron en la isla después del 862 a.C., o puede haber sido creado por algunos de los 4.000 colonos judíos deportados a Cerdeña por el emperador romano Tiberio en el año 19 d.C. C. Mencionada por primera vez en el Mapa Pisano de 1300 -que enumeraba todas las ciudades del Judicat subdivididas en Curatorias-, Luras formaba parte de la Curatoria de Gemini Josso. Durante el periodo de los Judicats y la dominación catalano-aragonesa, Luras estaba rodeada de numerosas aldeas, como Silonis, Canaili y Carana, que fueron abandonadas poco a poco debido a la peste, el hambre y las incursiones bárbaras.
Habiendo pertenecido al Marquesado de Gallura hasta 1839, fue precisamente durante el siglo XIX cuando Luras alcanzó cierto grado de prosperidad económica. Luras alcanzó cierto grado de prosperidad económica gracias al desarrollo de una actividad comercial que complementaba la actividad agrícola tradicional del pueblo: los habitantes empezaron a vender sus famosas "berrittas" (tocado tradicional para hombres) hechas a mano por toda Cerdeña y fuera de ella, así como lana, pieles, artículos de corcho y hierro, tejidos, vino, aguardientes, quesos y grano. Hoy en día, la economía de Luras se basa en la agricultura, la ganadería, la transformación del corcho y el granito y la viticultura. De hecho, los alrededores del pueblo albergan los viñedos más extensos y quizás mejor cultivados de la Alta Gallura, que producen vinos como el Vermentino, el Moscato y el famoso 'Nebbiolo di Luras', apreciados mucho más allá de Cerdeña y la frontera italiana. La Confraternita del Nebbiolo es especialmente activa en la promoción de los vinos y productos enogastronómicos locales.