Enclavado en el espléndido valle del que toma su nombre, Modolo es uno de los pueblos más pequeños de Cerdeña. En la campiña circundante, particularmente verde y fértil, crecen magníficos cerezos, olivos centenarios y fragantes viñedos que confieren al paisaje un aspecto sumamente pintoresco. La economía del pueblo se basa en la agricultura y, en particular, en la producción de vinos Malvasia de Bosa D.O.C.. El nombre procede del latín modus, diminutivo de modulus, que significa "pequeña extensión". La zona de Modolo ha estado habitada desde la antigüedad, como demuestran los numerosos monumentos prehistóricos hallados en la zona, como nuraghes y domus de janas. Modolo fue fundada probablemente en el siglo III a.C., primero por los fenicios y después por los romanos. En 1609, una epidemia de cólera diezmó el pueblo, que estuvo en peligro de desaparecer. Más tarde, bajo el reinado de la Casa de Saboya, el pueblo recibió un estandarte y un sello.