Antaño sede episcopal, simbolizada por la antigua catedral, hoy es el pueblo de Boes y Merdules, máscaras de madera con formas monstruosas, protagonistas de uno de los carnavales más famosos de la Isla. Ottana es un centro originariamente pastoril, convertido en centro petroquímico y de la industria textil a finales del siglo XX, y en la actualidad dedicado principalmente a las actividades agrícolas, la artesanía agroalimentaria y de la madera. Poblada por 2.300 habitantes, surge cerca de las colinas de la Barbagia di Ollolai, en una amplia llanura en el valle del río Tirso, que un poco más al sur forma el lago Omodeo. Ottana tiene tradiciones muy arraigadas que han resistido el paso del tiempo, también su Carrasegare. Las máscaras Ottanesi rememoran rituales agro-pastorales arcaicos.