Una joya ubicada en el corazón de Palau, a pocos pasos del núcleo urbano de Porto Faro, es una de las playas más características del norte de Cerdeña, cuyo nombre deriva de un faro blanco que, con su punta pintada de verde, domina una pequeña ensenada en la localidad de Punta Palau. Desde aquí, gozarás de unas espléndidas vistas de todo el parque nacional del archipiélago, desde la isla más grande, La Maddalena, hasta las islas menores de Santo Stefano y Caprera.
En el interior de la ensenada hay una sugestiva playa de arena blanca y fina, bañada por un mar cristalino con un fondo también de arena y poco profundo. Paseando por la cala o buceando, quedarás fascinado por la vista de las rocas de granito rosa que, erosionadas por el agua, han adquirido formas muy especiales. No es casualidad que, a poca distancia, se encuentre el monumento que más caracteriza a Palau: la Roca del Oso.