En la región del Parteolla, Serdiana se encuentra a pocos kilómetros de la laguna de Su Stani Saliu, donde anida una rica avifauna que incluye, entre otras especies, flamencos rosas y cigüeñuelas. El pueblo está rodeado de suaves colinas cubiertas de un perfumado matorral mediterráneo con plantas de mirto y lentisco, enebros, acebuches e incluso algunas encinas. Su topónimo, cuyo origen no ha sido aún claramente establecido, podría derivar del protosardo. Si bien los alrededores del pueblo estuvieron habitados ya en la época nurágica, fue sobre todo con la dominación romana cuando la población creció. De hecho, se han hallado cerámicas de época imperial en las proximidades de Serdiana, en la localidad de Mitza de Urnus, mientras que en la zona de Sa Gora puede admirarse una estructura termal que, a finales de la Antigüedad, fue reutilizada como lugar de enterramiento.
La estructura urbana del pueblo refleja todavía hoy sus orígenes, con barrios que se desarrollan en torno a los pozos públicos y a la iglesia parroquial. Además, el casco antiguo ha conservado su trazado original, claramente inspirado en el hábitat árabe, pero impregnado de cultura española. Este estilo particular, introducido en la isla por los españoles, se superpuso así a la anterior organización urbana, típicamente romana, con patios interiores: las lollas, construidas en ladiri (ladrillos de tierra cruda). Asimismo, a raíz del reparto de herencias en las familias, algunos “ajustes” dieron lugar a la creación de nuevas callejuelas.
En Serdiana resulta interesante visitar la iglesia de Santa Maria di Sibiola: en la Edad Media, la “villa” de Sibiola, documentada desde 1215 hasta finales del siglo XVI, formaba parte de la curatoria de Dolia dentro del Giudicato de Cagliari. El documento más antiguo que la menciona como iglesia es el último inventario de los bienes que poseía en Cerdeña la familia de los Vittorini de Marsella, redactado en 1338. La iglesia parroquial de San Salvatore posee un gran valor artístico: construida entre los siglos XV y XVI, fue posteriormente transformada en estilo neoclásico y barroco tardío. Sin embargo, en el casco antiguo se encuentra el monumento más importante, la Casa Carcassona, más conocida como castillo Roberti. Edificada en el siglo XVIII, de dos plantas y flanqueada por torres almenadas, fue residencia de Efisio Luigi Carcassona, marqués de San Saverio.
En las campiñas circundantes fluyen dos ríos: el primero, el Rio Bonarba, que nace en las montañas del Gerrei, toma el nombre de Rio Flumini en las cercanías de Serdiana y luego se convierte en Rio Mannu al desembocar en la laguna de Santa Gilla, antes de alcanzar el golfo de Cagliari. El segundo, el Rio Bardella, que pronto cambia de nombre a Rio Balardi, es afluente del Rio Mannu.