Pequeña, anidada en un saliente rocoso, sólo accesible desde un lado, pero perfectamente situada visualmente en relación con las demás torres costeras del golfo de los Ángeles. Sólo pudo tener una función de avistamiento, la torre del Prezzemolo, pero cuenta una larga y gloriosa historia, durante la cual cambió a menudo de nombre. En los documentos oficiales, se identifica como la torre de capo Bernat - llamada así por el espolón donde se levanta - de la Safa, de santo Stefano del Lazzaretto, torre Vieja y de la Prajola. Para los españoles, que la construyeron después de mediados del siglo XVI, era la torrezilla, de hecho ‘la torrecilla’. Hoy en día, casi por la ley del contrapaso, roba irónicamente el nombre a otra estructura, ya desaparecida, que se alzaba en el cercano cabo de Cala Fighera.