El pueblo de Villagrande (Biddamanna en sardo) se encuentra en el corazón de la Ogliastra, en las montañas del Gennargentu, a poca distancia en coche de la espléndida costa del este de Cerdeña. Su nombre es la traducción italiana de Bidda Manna (el pueblo grande) con el añadido de la palabra Strisaili, Estrigaili en la Edad Media, que algunos creen que procede del sardo tres ailes, tres rediles. Según algunas leyendas, el pueblo se fundó cuando se instalaron en él pastores procedentes de los pueblos vecinos de Talana y Desulo.
Villagrande está salpicada de numerosos vestigios de la época nurágica, lo que demuestra el particular interés que las poblaciones sardas han tenido siempre por esta zona, rica en cursos de agua y fértil. Hay muchas razones para visitar Villagrande, entre las que destaca su favorable situación, rodeada de montañas vírgenes y bosques de robles centenarios. El parque de Santa Bárbara es especialmente interesante: un auténtico templo del bosque, en medio del cual se encuentra una tumba de gigantes, vestigio característico de la civilización nurágica. Villagrande posee una gran riqueza de yacimientos arqueológicos. En el vasto yacimiento de S'Arcu 'e Is Forros, cerca del embalse superior de Flumendosa, se alza un gran templo megarónico construido con grandes bloques de granito desbastado y esquisto, junto a un nuraghe con tres torres y edificios residenciales. En Troculu, cerca de dos nuraghes y un pueblo, hay una tumba de gigante que fue desmantelada y trasladada de su ubicación original cuando se construyó la autopista Nuoro-Lanusei. Por último, el yacimiento arqueológico de Sa Carcaredda, en la zona de Funtana 'e Binu, cuenta con cuatro tumbas gigantes cerca de un templo muy raro en antis y un poblado nurágico. Pero la verdadera fuerza de Villagrande reside en sus tradiciones, mantenidas prácticamente intactas desde tiempos inmemoriales. Como en muchos pueblos del centro de Cerdeña, una de las fiestas más importantes se celebra el 16 de enero en honor de San Antonio el Grande, con grandes hogueras encendidas en todos los rincones del pueblo, mientras que unos días más tarde, el 20 de enero, se celebra la fiesta de San Sebastián, durante la cual se saca en procesión una estatua del santo, adornada con ramas de naranjo y naranjas. El patrón del pueblo es San Gabriel, el 1 de agosto, pero la celebración de Santa Bárbara, el 9 de julio, es muy popular. Se trata de una fiesta campestre que se celebra en el parque donde se encuentra la capilla dedicada a la santa. La víspera de la fiesta, la estatua de Santa Bárbara sale en procesión y los fieles la reciben con bailes tradicionales sardos. Al día siguiente, cumandaos especialmente designados visitan las casas en señal de buena suerte, portando la corona de plata que adorna la cabeza de la santa y una torre en miniatura que simboliza el lugar donde estuvo prisionera. Las tradiciones culinarias de Villagrande son también muy antiguas, y ofrecen sabores y aromas arcaicos fascinantes. Los culurgiones son los raviolis típicos de la Ogliastra, elaborados con patatas, queso de oveja y cabra, albahaca y manteca de cerdo, mientras que la paniscedda es un pastel único hecho con pan, miel, pasas sultanas y almendras, que no se encuentra en ningún otro lugar. Sin embargo, uno de los productos estrella de Villagrande es sin duda su jamón, elaborado exclusivamente con la carne de los cerdos criados en las montañas del pueblo.