Los cantantes a tenore alternan sus melodías con el trote de los caballos. Jinetes y amazonas rinden homenaje a los espectadores y a las autoridades ofreciéndoles panes, dulces y otras exquisiteces. Los caballos al trote participan en audaces carreras en las que se desafían los jinetes de Sedilo y los sartiglieri de Oristano. Los Mamuthones de Mamoiada y los Boes y Merdules de Ottana, con sus máscaras fascinantes y misteriosas a la vez, capturan las miradas del público que los inmortaliza con sus cámaras. Las launeddas del Sarrabus también participan en las fiestas y cierran la velada. Son los sonidos y los colores, la música y los bailes, las joyas y los trajes de la Cabalgata sarda de Sassari, donde cada año, el penúltimo domingo de mayo, se dan cita todas las comunidades isleñas con sus costumbres y tradiciones. Un espectáculo inolvidable por riqueza y majestuosidad, una gran fiesta de primavera, el mayor acontecimiento laico de Cerdeña.
Atmósfera única e inolvidable. El punto culminante de la fiesta empieza el domingo 12 de Mayo por la mañana con un desfile a lo largo de dos kilómetros por las calles del casco antiguo de Sassari. A pie y en las traccas, carros arrastrados por bueyes y decorados con flores, avanzan grupos procedentes de toda Cerdeña. Todos llevan el traje tradicional de su lugar de origen, a menudo adornado con preciosos bordados y joyas de filigrana de oro y plata. Sigue un impresionante desfile con más de trescientos jinetes. La tarde está dedicada a las pariglie, juegos ecuestres en los cuales los jinetes más valientes se exhiben en el hipódromo de la ciudad realizando espectaculares acrobacias con los caballos al galope. Por la noche, hasta altas horas, en la plaza de Italia es posible disfrutar de cantos y bailes tradicionales, acompañados por la melodía de las launeddas, especie de clarinete de tres tubos, los cantos a tenores y la música de acordeones.
Esta fiesta laica y apasionante se remonta a finales del s. XIX y, desde entonces, no ha perdido nada de su encanto. Sin embargo, según el escritor Enrico Costa, la primera edición de la cabalgata se celebró en 1711, cuando el ayuntamiento, al final de la dominación española, decidió homenajear al rey Felipe V de España. En esa ocasión, participó toda la orgullosa nobleza tatharesa. En cualquier caso, la manifestación tal como se celebra hoy nació oficialmente en 1899 con ocasión de la visita del rey Humberto I, acompañado de su mujer, Margarita de Saboya, que visitaron la ciudad para inaugurar un monumento a Víctor Manuel II. Participaron tres mil personas vestidas con trajes tradicionales, procedentes solo de la provincia de Sassari. También las ediciones de 1929 y de 1939 contaron con la presencia de miembros de la casa real. En los últimos años, tan solo en el desfile participan más de tres mil participantes.
Con el paso de los años, las fiestas se han consolidado y en el desfile han acabado participando representantes de todas las comunidades sardas, vestidos con sus trajes tradicionales. Una auténtica manifestación y muestra de la cultura sarda, que permite descubrir el fuerte sentimiento de comunidad que caracteriza a los sardos y una ocasión ideal para explorar su rico patrimonio natural, cultural, artesanal y enogastronómico, Asistiendo a estas fiestas, vivirás desde dentro la magia de una ceremonia que se repite idéntica todos los años, pero que provoca siempre nuevas emociones. Mientras por las calles resuenan antiguas canciones, los protagonistas y los espectadores se mezclan en unas fiestas que son como un museo viviente, hecho de mujeres, hombre y niños vestidos con sus trajes tradicionales, corpiños, faldas, sombreros con velos y berritte.