Villacidro es un antiguo pueblo enclavado en el bosque a los pies del Monte Linas. Hay varios arroyos y cascadas, entre ellos Sa Spendula, lugar por el que le gustaba mucho pasear al poeta D'Annunzio y al que dedicó un soneto. El pueblo produce cítricos, melocotones y cerezas en abundancia. En la actualidad, Villacidro es un importante centro de producción de uva de vinificación, para vinos como el Nuragus, el Barbera y el Cannonau. Estos vinos se destilan para producir la famosa acquavite de Villacidro.