Borore se encuentra a los pies de la cordillera de Marghine. Esta zona ya estaba habitada en la época nurágica, como demuestran los numerosos nuraghi, las Tombe di Giganti (Tumbas de Gigantes), la Domus de Janas, dólmenes y menhires. El pueblo es famoso por la producción de pasteles tradicionales elaborados según antiguas recetas
La iglesia parroquial de la Beata Vergine Assunta, de formas neoclásicas y fachada con dos campanarios laterales, bien merece una visita. En su interior se encuentra un valioso altar barroco de madera del siglo XVIII y cuatro pinturas de Emilio Scherer que representan a los cuatro evangelistas. Son interesantes las pinturas de la iglesia de San Lussorio con valiosas representaciones de trajes sardos. En la iglesia de Carmelo hay estatuas de madera de la Virgen y del Cristo Muerto.