Serramanna se encuentra en la llanura del Campidano, donde el torrente Leni confluye con el Flumini Mannu. Desde la antigüedad, esta tierra fértil y llana ha albergado campos de trigo y numerosos cultivos de hortalizas. De hecho, el pueblo sigue siendo uno de los principales productores de frutas y hortalizas de toda Cerdeña. La etimología de su topónimo es controvertida: mientras que algunos historiadores creen que deriva de la palabra serra, utilizada para describir las colinas de diferentes alturas sobre las que se construyó el pueblo, otros creen que procede de la palabra que utilizaban los agricultores para indicar la disposición de sus montones de grano. La estructura urbana del casco urbano se extiende verticalmente hacia Samassi y Villasor, a lo largo de la línea de ferrocarril que atraviesa el pueblo. Las casas tradicionales son típicas de la llanura campidana: al borde de la carretera, su forma alargada está atravesada por una gran puerta de entrada, generalmente decorada con un marco de traquita o ladrillo cocido. Como en todos los pueblos del centro del Campidano, uno de los materiales de construcción característicos en el pasado era el ladiri, o ladrillo de barro.