En las profundidades del valle del Cixerri, el pueblo de Siliqua se encuentra en una llanura y cuenta con el famoso castillo de Acquafredda. Su entorno es de una belleza poco común. La economía local se basa en la agricultura y la ganadería. El origen del nombre de Siliqua ha dado lugar a varias hipótesis. Una de las más aceptadas es que deriva del latín siliqua (vaina), que hacía referencia a las plantas de algarrobo que antaño abundaban en la zona de Cixerri. Los primeros testimonios arqueológicos de la zona se remontan al Neolítico Tardío. Destaca la tumba del gigante Sa Domu 'e S'Orku, un imponente enterramiento de época nurágica. Un monumento que merece especial atención es Sa Perda Fitta, también conocido como Su Cuaddu de Sa Mongia o Perda Managus. Se trata de una gran piedra de granito de 2 metros de largo y 1 metro de ancho en la base, con la parte superior cónica y la superficie rugosa. La región también cuenta con numerosos nuraghes. Durante las épocas fenicia y púnica, los yacimientos de Medau Casteddu eran fortalezas y campamentos construidos para garantizar a Cartago un mejor control del territorio. Restos del acueducto que iba de Siliqua a Cagliari y una necrópolis hallada cerca del pueblo datan de la época romana.