Esta pequeña ciudad se ha desarrollado urbanísticamente alrededor de la parroquia del siglo XVIII, que conserva en su interior frescos y estatuas en madera de artistas locales. El nombre de Siniscola deriva etimológicamente de "Finis Sholae", que significa "fin de cohorte". En la época bizantina el vocablo "schola" indicaba la repartición del ejército en varias cohortes. El territorio de Siniscola fue habitado desde la edad prenurágica, como demuestran algunos hallazgos en las dunas de Capo Comino. Los asentamientos neolíticos sobre los valles y las llanuras atravesadas por los ríos Cedrino y Posada favoreciendo al desarrollo de una civilización fluvial. En los campos hay muchos monumentos nurágicos y tumbas de los gigantes.