El pueblo se levanta en una verde cuenca al lado occidental del Gennargentu, dominado por un paisaje majestuoso caracterizado por una abundante y rica vegetación, con encinos, alcornocales, castaños y avellanos. La presencia del hombre en este territorio data de la época prenurágica, como lo demuestran los hallazgos y los lugares arqueológicos de la zona.
Centro de conocida producción enológica, Sorgono es sede de elaboración del Mandrolisai, vino formado por el Cannonau, Monica y el Bovale, llamado también Muristellu. Ofrece un escenario natural enmarcado por extraordinarios testimonios arqueológicos a poca distnca de centro poblado. En las faldas de la vertiente occidental Gennargentu crece una abundante vegetación de encinos, alcornocales, castaños y avellanos frecuentados por muflones, lobos, jabalíes, liebres, comadrejas, águila real, cernícalo o el halcón peregrino. La atracción arqueológica más interesante es Biru'e Concas, uno de los más importantes conjuntos de menhires de toda Cerdeña. En el interior del pueblo están las ruinas de la Casa Carta, un palacete del siglo XVII, y una fuente de origen pisana. Cerca del centro del pueblo está uno de los santuarios más antiguos de Cerdeña: la iglesia de San Mauro, rodeada por el tradicional recinto de las cumbessias, una serie de edificios destinados al descanso de los peregrinos que, en las piedras de la iglesia, en el transcurso del tiempo han dejado inscripciones como recuerdo.
El estilo es el producto de una bien lograda fusión entre el alma popular y los trazos característicos de la arquitectura gótico-aragonesa. La fachada de traquita gris se sitúa junto a una escalera con las estatuas de dos leones, y en lo alto dos rosetones esculpidos de Cerdeña de los siglos góticos. El interior de la iglesia, cubierto por una vez única y separado del arco que da acceso al presbiterio, hay un altar barroco. Cerca del santuario se puede admirar la 'Tumba de gigantes' de Funtana Morta y el gran espacio cubierto en su interior del monumento nurágico Talei.