El pueblo tiene orígenes antiguos, que se remontan al Paleolítico Inferior, como demuestran los numerosos nuraghes, entre ellos el nuraghe Voes. La zona cuenta con tres dólmenes y tres tumbas de gigantes. Algunos yacimientos han producido numerosos hallazgos arqueológicos, entre ellos una estatuilla de bronce que representa un monstruo antropomorfo, mitad toro y mitad hombre. En la Edad Media, formó parte del Judicat de Torres y de la Curatoria del Montacuto. Durante el periodo feudal, Nule perteneció a la familia Teller Girón, bajo cuyo dominio permaneció hasta 1839. El pueblo es famoso por sus finas alfombras hechas a mano, únicas en su género.