En 1840, el pueblo de Collinas fue registrado por el abad Vittorio Angius con el antiguo topónimo Forru. Fue el filósofo Gian Battista Tuveri, su más ilustre ciudadano, quien adoptó en 1864, por decreto real, el nombre de Collinas. En la época medieval, el pueblo, perteneciente al juzgado (distrito sardo) de Arborea, formaba parte de la curatoria de Montis y dependía de la diócesis de Terralba, que se unió en 1503 a la de Usellus-Ales. La iglesia es accesible a través de una amplia escalinata, que se va haciendo más estrecha conforme llega a la fachada. En la parte superior, ésta termina en una coronación manierista doblemente inflexa de "gorra de carabinero".