Las murallas de Cagliari rodean todo el perímetro del barrio histórico de Castello, el más importante de la ciudad e incluyen dos torres que han persistido en su integridad: las de San Pancrazio y la del Elefante. Cagliari es la ciudad más importante de Cerdeña. En su territorio, se concentra un tercio de la población sarda. Fundada entre los siglos VIII y VII a.C. por los fenicios, ha conocidos importantes fases de ocupación en la época púnica, romana, bizantina y judicial, convirtiéndose, en el siglo XIV, en la capital del Reino de Cerdeña. Pasando de manos de los aragoneses a las de los españoles y, después, a la de los piamonteses, conserva relevantes huellas monumentales de su pasado. Entre ellas, las antiguas torres y muralla que rodean Castello y dominan los barrios históricos de Villanova, Stampace y Marina.
La ciudad de Cagliari se desarrolló desde la época fenicio-púnica y romana con una serie de asentamientos a lo largo de la línea costera de la zona de Fangario en Sant’Elia. En la época bizantina, el pueblo costero estaba en fuerte regresión, a favor de la concentración de la población en el lugar interno de Santa Igia, al abrigo de la laguna occidental, donde surgían la catedral de Santa Cecilia y el palacio real de los jueces de Cagliari. El cerro de Castello, probablemente sede de un templo en la época precristiana, no estaba habitado. La urbanización del cerro surgió en 1217, cuando Benedetta de Lacon-Massa, jueza de Cagliari, donó a Lamberto Visconti el Castrum Calaris. El lugar se convirtió en la sede de la colonia pisana, con la iglesia de Santa Maria en la roca de la vertiente oriental. La destrucción de la ciudad judicial y episcopal de Santa Igia, llevada a cabo por los pisanos en 1258, marcó no sólo el final del reino de Cagliari, sino también el traspaso del obispado a Castello. A partir de este momento, las máximas autoridades religiosas y civiles residieron en Castello, sede (además de la de la catedral) del obispado, el antiguo ayuntamiento y del Palacio Real, hoy en día sede de la Provincia.