Es un pueblo agropastoral a los pies del Monte Arcosu, en cuyo territorio desemboca la laguna de Santa Gilla. A diez kilómetros de Cagliari, está densamente poblado. Sus orígenes se remontan a la época nurágica, principalmente en las montañas situadas por encima de Poggio dei Pini, donde hay restos de necrópolis y nuragas. El pueblo propiamente dicho se desarrolló en época romana, cerca de la laguna. En la Edad Media, el pueblo tomó el nombre de Capoterra porque, para los que llegaban de Cagliari, era la primera tierra después de la laguna. En aquella época, formaba parte del curato de Nora y del judicato de Cagliari. Después de que el pueblo cayera bajo dominio pisano y fuera conquistado por los aragoneses, sufrió un largo periodo de abandono hasta mediados del siglo XVII, cuando un señor feudal concedió tierras a algunas familias de la zona de Gerrei para repoblar la zona.