Isili se encuentra en las estribaciones de un altiplano que domina el valle del Sarcidano, en un paisaje de profundos valles y colinas. Se cree que el nombre de Isili deriva de «Ilienses», palabra utilizada para designar a una antigua población que, según el autor griego Pausanias (hacia 110-180 d.C.), se asentó en Cerdeña tras la caída de Troya. Los hallazgos arqueológicos en los alrededores indican que el hombre ha vivido aquí desde el Neolítico, como demuestra la existencia de un gran número de domus de janas. La arquitectura de Isili es típica de los pueblos agrícolas: la mayoría de las casas tienen un patio interior y una gran puerta arqueada que, en el pasado, permitía el paso de la maquinaria agrícola a través de los «cortes».
Isili se encuentra en las estribaciones de un altiplano que domina el valle del Sarcidano, en un paisaje de profundos valles y colinas. Se cree que el nombre de Isili deriva de «Ilienses», palabra utilizada para designar a una antigua población que, según el autor griego Pausanias (hacia 110-180 d.C.), se asentó en Cerdeña tras la caída de Troya. Los hallazgos arqueológicos en los alrededores indican que el hombre ha vivido aquí desde el Neolítico, como demuestra la existencia de un gran número de domus de janas. La arquitectura de Isili es típica de los pueblos agrícolas: la mayoría de las casas tienen un patio interior y una gran puerta arqueada que, en el pasado, permitía el paso de la maquinaria agrícola a través de los «cortes».
En los alrededores de Isili hay varios yacimientos arqueológicos de interés para todos los aficionados a la historia: además de las numerosas domus de janas, a las puertas del pueblo de Nurallao se encuentra el magnífico nuraghe de Is Paras. La hermosa fiesta de San Juan Bautista, que se celebra en junio, incluye una procesión con trajes tradicionales, bailes y conciertos al aire libre. Por último, pero no por ello menos importante, merece la pena visitar un museo muy especial de cobre y tejidos.