En otro tiempo, tal vez, fue un lugar de reunión de las poblaciones nurágicas; después, en las leyendas populares, se convirtió en la entrada al infierno. Sobresale de la tierra como un dedo gigante estirado hacia el cielo, un punto de referencia, visible desde gran distancia, para los excursionistas en un territorio salvaje. Perda 'e Liana es una extraordinaria formación rocosa declarada monumento natural en 1993. El particular ‘monte’, conocido como taccu o tonneri en sardo, destaca en el territorio de Gairo Sant'Elena: es el mayor testigo de la acción erosiva de los agentes climáticos, de decenas de millones de años, sobre la extensa cubertura calcárea de Ogliastra en la frontera con Barbagia di Seulo. La erosión ha ido aislando progresivamente la ‘torre’ y modelando su base. Es el más alto (1293 metros) de los numerosos tacos de Ogliastra, la rama septentrional de la meseta de Tonneri, a unos dos kilómetros de distancia, a la que conecta con el ensillado de s'Arcu 'e su Pirastu Trottu. Tal vez, en la antigüedad, formaban una única cresta montañosa.
El perfil de Perda 'e Liana es variado. En la parte alta, consiste en una majestuosa torre cilíndrica de piedra caliza, de unos cien metros de diámetro y forma esbelta. Sus muros subverticales, de 50 metros de altura, están divididos en bloques regulares y destacan con su color claro en el oscuro paisaje. La cima del taccu se originó en el Jurásico (hace 130-150 millones de años) tras una larga sedimentación en ambiente submarino, como demuestran los fósiles marinos diseminados por los alrededores. La base tiene forma tronco-cónica y está situada en la meseta de Pranedda y está comppuesta de piedra arenisca mesozoica. Se superpone a un zócalo compacto de esquistos paleozoicos.
El nombre liana podría derivar de las características de la roca pulida o de olione, madroño, que cubría sus laderas. O por el pueblo nurágico de los Ilienses, que se reunía en la base del pico calcáreo. El monte, no por casualidad, es claramente visible a gran distancia de los principales asentamientos nurágicos de la Ogliastra más profunda - s'Arcu e is forros, Ruinas y Serbissi - y es un punto de referencia para los que hacen senderismo en la zona, entre bosques de encinas y arbustos del mediterráneo. A medida que te acercas a la cumbre, los árboles desaparecen y la vegetación "baja" se enralece hasta casi desaparecer, como en el Texile de Aritzo. En una zona ideal para hacer excursión, podrás recorrer, acompañado por guías, una red de senderos señalizados, que parten del Montarbu uno de los bosques sardos más evocadores, además de un oasis de vida fáunica, donde tiene parada el Trencito Verde. En las cercanas mesetas kársticas se abren cuevas y sumideros, incluidos su Stampu.
El monte, considerado casi como un tótem en la Antigüedad, se convirtió, quizá ya en la época precristiana, en protagonista de leyendas populares. Se decía que en el taccu estaba la puerta del Infierno: en la imaginación popular, los diablos salían y bailaban a la luz de la luna a su alrededor, dispuestos a dar todas las riquezas del mundo a cambio de sus almas a quienes se dirigieran allí. De ahí los dichos: "Fue a vender su alma al Diablo en Perda Liana", allí lo que pides te dan". Para comprobar la "veracidad" de las leyendas, se puede llegar desde varios puntos y carreteras: desde Gairo y de su aldea Gairo Taquisara, desde Villagrande Strisaili y de Seui por la carretera estatal 198 entrando por la carretera de montaña que lleva al lago del Flumendosa. Desde las áreas de descanso, tanto al norte como al sur, se llega hasta el taccu por senderos peatonales de aproximadamente un kilómetro. También podrás recorrer un sendero circular alrededor de la Perda. La escalada (recomendada) parte del Arcu de su Pirastu Trottu y, con un desnivel de 340 metros, alcanza la base de la torre. Subirás con bastante facilidad hasta media altura, pasando sólo por un paso de tercer grado. La escalada hasta la cima sólo es para escaladores.