Rosas, descubierta en 1832 en la región de Narcao, fue reconocida como zona minera en 1849. En 1851, el rey Víctor Manuel II otorgó la concesión para extraer galena a la Société Anonyme de l'Union Minière du Sulcis et du Serrabus. De sus galerías se extraía plomo, zinc y hierro. El yacimiento permaneció en explotación hasta 1980, fecha de su cierre definitivo. El conjunto de edificios y estructuras mineras se restauró y reestructuró para convertirse en museo y centro de visitantes, dando lugar al Museo del Pueblo Minero de Rosas, actualmente sitio protegido por la UNESCO. Se trata de un gran museo al aire libre en un entorno de alto valor natural. El lavadero es el verdadero corazón de la mina, donde se pueden admirar los grandes molinos utilizados para trabajar el mineral, en perfecto estado de funcionamiento.
En la primera planta, las salas multimedia dan vida, a través de pantallas y «pozos», a la epopeya minera sarda y, en particular, a la historia de Rosas y de las minas de Narcao contada por sus protagonistas, los antiguos mineros. Otro espacio expositivo se abre a la plaza principal, en el centro del pueblo. En su interior, paneles explicativos, documentos y equipos de trabajo permiten revivir los acontecimientos de Rosas, desde su descubrimiento hasta su declive y renacimiento como gran estructura, entre museo y naturaleza. También puede visitar la galería Santa Bárbara, donde podrá ver los sistemas y las condiciones de trabajo en una mina de plomo y zinc.
También puede visitar la antigua oficina de correos y la dirección (ahora un restaurante), el horno de calcinación, los depósitos de almacenamiento (ahora un espacio de exposiciones), la fragua (ahora un bar), el hotel y el alojamiento de los mineros. Estos últimos han sido restaurados y convertidos en casas de vacaciones donde relajarse y descansar en el corazón de un entorno histórico y natural excepcional.
La visita es como una ventana abierta a la historia de una de las minas de plomo y zinc más importantes de Cerdeña y, sobre todo, a la vida de una comunidad estrechamente vinculada al duro trabajo de la minería.