Pequeña isla de rocas graníticas que probablemente debe su nombre a su forma alargada y sinuosa. Serpentara se encuentra a cuatro kilómetros de las playas de Villasimius, del territorio del cual forma parte. Su superficie de 134 hectáreas está deshabitada pero poblada de conejos salvajes en medio de exuberantes y perfumados matorrales mediterráneos, sobrevolada por garzas, gaviotas corsas y marangoni moñudos, que aquí hacen el nido. Cerca de sus costas no es raro cruzarse con delfines.
En la parte norte destacan grandes rocas de granito, los Variglioni, que forman en el mar piscinas naturales en las cuales zambullirse. Mientras que al sur emergen rocas de granitos amarillos, grises y rosáceos moldeadas por el viento. El acceso más fácil es Caletta d'Approdo, al noroeste.
En su punto más alto (aproximadamente 50 metros) se alza la torre de San Luis, construida durante la dominación española para avistar las naves sarracenas que infestaban las costas de Sarrabus. Desde su cima se puede admirar toda la costa sudoriental. Se puede llegar en barco privado o en excursiones organizadas desde el puerto de Villasimius. La navegación, la pesca y el submarinismo están regulados por el área marina protegida de Capo Carbonara, de la que Serpentara es parte integrante, al igual que la vecina isla de Cavoli, a un kilómetro de distancia. Debido a su avifauna y fauna marina protegidas, la isla está catalogada como Sitio de Interés Comunitario.