Es el cañón más espectacular de Europa, además de uno de los más profundos: si viajas por la carretera de Cerdeña oriental, no puedes dejar de visitarlo. Gorropu (o Gorroppu) es una garganta de origen erosiva situada en el Supramonte, entre los territorios de Orgosolo (Nuoro) y Urzulei (Ogliastra). Ha sido modelada a lo largo del tiempo por la fuerza del río Flumineddu que fluye por el fondo, a 500 metros de profundidad. Por otra parte, la anchura de la garganta varía entre unas decenas a cuatro metros. Llegarás partiendo del campo base de Gorropu, en el promontorio de su Cungiadeddu (830 metros sobre el nivel del mar): en cinco minutos estarás en el paso de Genna Sìlana. Desde aquí se puede admirar un panorama único: desde el Supramonte de Urzulei, Orgosolo, Oliena y Dorgali hasta el Gennargentu y, en días claros, hasta el Baronìa. Este es el territorio más salvaje de la Isla: para afrontar los senderos, confía en las empresas locales de senderismo y lleva equipo técnico. El paisaje está marcado por largas còdule -barrancos calcáreos que a veces llegan hasta el mar-, estrechas gargantas y profundas dolinas, cuevas y sumideros, acantilados y picos de más de mil metros. La zona está cubierta de espectaculares ejemplares de enebro, tejos milenarios, encinares y especies mediterráneas (como adelfas y retamas), hábitat de la fauna típica de Cerdeña, sobre todo el águila real y el muflón. No faltan testimonios prehistóricos: torres y poblados nurágicos y tumbas de gigantes, integrados en el ambiente y controlando el territorio.
Llegarás a la garganta a través de la ruta de senderismo "experta" Sedda ar Baccas-Gorropu, un sendero de doce kilómetros (en unas tres horas). Como alternativa, desde Dorgali, atraviesa (en coche) el valle de Oddoene hasta llegar al puente de s'Abba Arva, desde donde continuarás a pie durante dos horas por un tramo del río Flumineddu y la ladera sureste del monte Oddeu. Estos territorios fueron escenario de la resistencia sarda durante siglos: aquí los gobernantes lo pasaron mal, era la zona más hostil a la milicia romana (los montes insani de Cicerón). La peculiaridad del lugar ha generado leyendas: se dice que, desde el punto más estrecho de la garganta, donde las paredes verticales superan los 450 metros, se podían ver las estrellas a plena luz del día. O se dice que las flores mágicas del "helecho macho" florecen por la noche: sólo los más experimentados y valientes pueden arrancarlas.