Después de Nuoro, se sigue por la Ruta Estatal (SS) 127. Siguiendo las indicaciones, se sigue por la Ruta Provincial (SP) 22 y se llega a Oliena.
Contexto ambiental
El complejo del antiguo convento jesuita y la iglesia parroquial de San Ignacio se encuentran en el centro histórico. Por la calle principal se puede llegar fácilmente a ambos edificios.
Descripción
Los Jesuitas, que llegaron a Cerdeña en las primeras décadas del siglo XVI, tenían ya en 1.588 cuatro colegios correspondientes a cuatro de las siete ciudades reales (Cagliari, Sassari, Iglesias, Alguero). A partir de la segunda mitad del siglo XVII, a estos centros se unió el de Oliena, fundado gracias a la donación dejada en herencia por dos olianesi.
La iglesia fue construida a finales del siglo XVII por el maestro de obras ligur Domenico Spotorno, pero su estructura es básicamente del siglo XVIII.
La fachada se subdivide en tres partes por lesenas verticales y termina en un tímpano curvilíneo. El alzado presenta un portal y una ventana en eje. Una doble escalinata permite el acceso al Santuario, y resulta muy interesante la pequeña cúpula del campanario que evoca los estilemas de más allá de los Alpes.
En su interior bien calibrado, se respeta el llamado "modonostro" jesuita. es decir, la normativa del siglo XVII que regula el número y la disposición de las capillas, tres a cada lado. La función de conexión con la casa del Colegio se ve también resaltada por el matroneo-coro frente al presbiterio sobreelevado. Los altares se aplanan contra las paredes del fondo de las capillas y están construidos con estuco claro sobre diseños de esquema manierista.
Una cornisa voladiza recorre todo el perímetro de la nave. Un arco de triunfo lleva a la zona presbiterial, donde, dentro de un nicho de altar de gusto neoclásico, se encuentra la estatua de San Ignacio, realizada según un modelo iconográfico ampliamente difundido en la isla en el siglo XVII. En los nichos de los altares, se puede encontrar estatuas de madera que datan del siglo XVII al siglo XVIII, como el Arcángel Miguel del escultor Monserrato Carena o la estatua de San Francisco de Javier, patrón del pueblo, procedente de Campania y que data de la segunda mitad del siglo XVII. En las paredes destacan algunos lienzos realizados por artistas contemporáneos.
Durante la reciente restauración, se encontró pinturas al temple en el convento adyacente a la iglesia parroquial, algunas de las cuales no fueron terminadas, probablemente debido a la repentina partida de los Jesuitas.
La sala donde se hallaba el antiguo refectorio ahora alberga una preciosa pinacoteca con lienzos del siglo XVII e importantes artefactos del siglo XVIII del artesanato local.
Dentro del antiguo colegio, se conserva el retablo de San Cristóbal, que es atribuido al maestro de Oliena y que data del segundo cuarto del siglo XVI. Asimismo, hay una galería de estatuas de madera de gran importancia, como el Cristo de S'iscravamentu, que data de fines del siglo XV a principios del siglo XVI, probablemente obra de escultor catalán.
Cabe recordar que en el pueblo de Oliena hay once iglesias, pero solo en dos se oficia la misa: en la iglesia parroquial y en la iglesia de Santa María, que conserva intactas sus estructuras gótico-aragonesas, que se remontan al siglo XV.
Historia de los estudios
Se puede encontrar información acerca de la iglesia en el volumen de Salvatore Naitza dedicado a la arquitectura desde finales del siglo XVII hasta el clasicismo purista.
Bibliografía
M.G. Scano, [i]Pittura e scultura del '600 e del '700[/i], colección "Storia dell'arte in Sardegna", Nuoro, Ilisso, 1991.
S. Naitza, [i]Architettura dal tardo '600 al Classicismo purista[/i], colección "Storia dell'arte in Sardegna", Nuoro, Ilisso, 1992, pp. 147, 205, 230.