El museo se encuentra en Senorbì, y está dedicado a la arqueología de Trexenta, documentando la continuidad de los asentamientos entre el Neolítico Tardío y la Edad Media. Los objetos proceden tanto de asentamientos como de necrópolis, e incluyen hallazgos de terracota y piedra de las culturas prenurágicas de Cerdeña. Un amplio grupo de objetos, con muchas importaciones griegas y centroitalianas, procede del asentamiento rural púnico de Santu Teru. Este asentamiento estaba vinculado a la necrópolis de cámara hipogea púnica y tardopúnica de Monte Luna, de la que los ricos hallazgos funerarios confirman la presencia de una comunidad floreciente. Incluyen ánforas, jarras, platos, lámparas de aceite e incensarios, pero sobre todo joyas de oro, plata, bronce y hierro, algunas de muy buena factura. Hay muchos collares y amuletos de piedra dura, marfil, vidrio y pasta de talco, así como escarabeos de cornalina y jaspe verde. La colección se enriquece con la reconstrucción de un depósito en un ánfora (con enchytrismos).
El museo se encuentra en Senorbì, y está dedicado a la arqueología de Trexenta, documentando la continuidad de los asentamientos entre el Neolítico Tardío y la Edad Media. Los objetos proceden tanto de asentamientos como de necrópolis, e incluyen hallazgos de terracota y piedra de las culturas prenurágicas de Cerdeña. Un amplio grupo de objetos, con muchas importaciones griegas y centroitalianas, procede del asentamiento rural púnico de Santu Teru. Este asentamiento estaba vinculado a la necrópolis de cámara hipogea púnica y tardopúnica de Monte Luna, de la que los ricos hallazgos funerarios confirman la presencia de una comunidad floreciente. Incluyen ánforas, jarras, platos, lámparas de aceite e incensarios, pero sobre todo joyas de oro, plata, bronce y hierro, algunas de muy buena factura. Hay muchos collares y amuletos de piedra dura, marfil, vidrio y pasta de talco, así como escarabeos de cornalina y jaspe verde. La colección se enriquece con la reconstrucción de un depósito en un ánfora (con enchytrismos).
El recorrido se complementa con paneles didácticos (también en inglés), una sección etnográfica que recrea una cocina típica campidana y un espacio para exposiciones temporales.
El museo alberga testimonios arqueológicos de una zona habitada desde la prehistoria, pero profundamente alterada por la política latifundiaria de Cartago. Lo más destacado de la colección son los escarabeos y las joyas.