Se yergue sobre el altiplano del Gollei, en el territorio de Dorgali, a unos diez kilómetros del centro habitado, rodeado por ásperos relieves, olivos milenarios y vegetación mediterránea. Serra Orrios es uno de los complejos nurágicos mejor conservados; realizarás un viaje en el tiempo a una aldea santuario, totalmente construida con bloques de basalto, que por sus dimensiones y estructura arquitectónica representa un asentamiento protourbano que presupone un diseño.

Observarás de cerca, gracias al buen estado de conservación, la construcción civil y de culto de la edad nurágica. La aldea está rodeada por un centenar de cabañas circulares construidas con un zócalo de hileras de piedras y, en origen, cubiertas con frascas. Son sencillas o se articulan en varios ambientes, también para proteger los animales, típicos de una sociedad dedicada a la agricultura y cría, que se abran a un solo patio dotado de pozo. En las paredes se han realizado nichos o huecos. Los suelos son de losas de piedra, con cantos o simplemente batidos. En el centro se había realizado el hogar, circular y delimitado por piedras. Para impermeabilizar las estructuras se usaba arcilla y, quizás, corcho. Las viviendas se agrupaban en tres núcleos, conectados por calles y plazas. Destaca, aislada, la «cabaña 49», quizás la cabaña de las reuniones, caracterizada por una planta curvilínea y provista de banco asiento y frente precedido de vestíbulo.