Una larga historia para contar y descubrir. Explotada en la Antigüedad, redescubierta a mediados del siglo XIX y pasada por varias empresas concesionarias hasta finales del siglo XX, la mina de sos Enattos, última cuenca metalífera de la zona de Nuoro en cerrar (en 1996), es hoy una "joya" de la arqueología industrial, que forma parte del Parque Geominero de Cerdeña, patrocinado por la Unesco. Mantiene perfectamente conservados y abiertos a los visitantes pozos, lavaderos y otras estructuras, inmersos en un espléndido paisaje, en parte virgen, con la cadena "dolomítica" del Monte Albo, como telón de fondo, entre bosques de tejos, encinas, enebros y matorral mediterráneo, hábitat de muflones y águilas reales. Sos Enattos forma parte de un vasto complejo minero en el territorio de Lula, que incluye otras dos minas cercanas de galena y plata, Guzzurra y Argentaria, con sus respectivos pueblos de mineros. Originalmente, los minerales se transportaban en carretas tiradas por bueyes hasta la playa de Santa Lucia de Siniscola, y se cargaban en naves.
Los primeros indicios de explotación de la zona se remontan al Neolítico reciente, cuando se extraía talco "esteatita" y se trabajaba para fabricar objetos artísticos, entre ellos estatuillas de la Diosa Madre. De la época romana son pozos y galerías, de donde los condenados a pena de muerte extraían plomo y plata. Los restos del asentamiento permanecieron intactos hasta 1960. Otro rastro antiguo fue la presencia de esclavos judíos del siglo XI que trabajaban en los pozos para un rico terrateniente, un tal Nabat. A partir del siglo XIX, las excavaciones se concentraron en la veta de plomo-zinc y en la galena argentífera, y después también en la blenda, de la que la zona era muy rica. El primer punto de inflexión de la mina fue la transición a la société anonyme des mines de Malfidano (1905). Su apogeo llegó cuando fue adquirida por Rimisa (1951), que elevó el nivel de producción a un máximo histórico, gracias a la modernización de los viejos túneles y a la construcción de una represa, un nuevo lavadero, almacenes, taller, cabina eléctrica, oficinas, alojamiento y servicios para los trabajadores. En 1971 se completó el pozo Rolandi y la propiedad pasó a la Autoridad Minera de Cerdeña, que trató de mejorar la producción y los rendimientos. Después, el declive, en medio de las huelgas de los mineros, que ya tenían un precedente en 1896, una de las primeras protestas obreras en Italia. El presente y el futuro del lugar se orientan hacia la ciencia: en 2019 se inauguró en sos Enattos el laboratorio de superficie de una infraestructura de investigación destinada a albergar el Einstein Telescop, el interferómetro que observa y analiza las ondas gravitacionales.
Cerca de la mina se encuentra también el santuario de San Francisco de Asís, siempre querido por los mineros y sus familias. La iglesia, construida en 1795 y hecha famosa por la Premio Nobel Grazia Deledda en sus novelas, es destino de peregrinaciones de toda la Isla durante las fiestas de principios de mayo y principios de octubre. A los fieles se les ofrece su filindeu, pasta fibrosa bañada en caldo de oveja y queso, una de las atracciones de Lula.